Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.
La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego a la tarea de moldearla.
– Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener, se dijo.
Le salió un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba…
Pero pronto los días empezaron a ser más largos y los rayos de sol mas calidos… El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo. Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lágrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.
Un paseo pisando nieve..
El efecto de la nieve es admirable sobre todo en los días sin sol, cuando el azul del cielo está enteramente velado por las nubes y hasta adquiere un tono oscuro por su contraste con la superficie de la tierra, cubierta de resplandeciente blancura.(Elisée Reclus)
El viento azotaba los álamos y los despojaba de la nieve recién caída. |
Terminamos un paseo de tan solo 4. 23 Km pisando nieve.
Buen reportaje y estupendo recorrido para un día de nieve! Enhorabuena por la primera foto, una de las mejores de tu blog.
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