Salimos con los primeros rayos de sol.
Pleurotus ostreatus (seta de álamo)
Desde las calderetas se va recogiendo el agua que forma el Barranco de Casas Nuevas. Barranco abajo el agua se precipita aumentado su caudal a medida que se unen los numerosos chorreros y barranquillos. Estamos en otoño y recorrer cualquiera de los barranquillos que nos rodean es toda una aventura.
Muchos de estos están totalmente cerrados y solo circulan por ellos animales que hacen galerías entre las zarzas.
Hoy vamos a recorrer un tramo del Barranco de Casas Nuevas, subiremos desde el Pasillo hasta encontrarnos con la Vereda del Sulayr, que se dirige a la Loma del Garbanzal. Cogiendo el Sulayr subimos por la derecha hasta llegar al Aprisco de Casas Nuevas. Dejamos atrás el corral y por el carril vamos pendientes porque a la derecha tenemos la vereda que nos bajará por el puntal hasta encontrarnos en la zona denominada el Pasillo.
Entre pinos y alguna que otra pequeña alameda que nace en las humedades transcurre el camino.
Zarzas, troncos caídos y peñones son los obstáculos que nos vamos encontrando, pero aun así se puede andar. La vereda que se ve fácilmente cruza el río unas cuantas veces, pero como lleva poca agua no hay problema para cruzarlo. Las cristalinas aguas, los animales tranquilos en su hábitat y algún tronquillo de setas hacen que el recorrido sea muy agradable.
Zarzas, troncos caídos y peñones son los obstáculos que nos vamos encontrando, pero aun así se puede andar. La vereda que se ve fácilmente cruza el río unas cuantas veces, pero como lleva poca agua no hay problema para cruzarlo. Las cristalinas aguas, los animales tranquilos en su hábitat y algún tronquillo de setas hacen que el recorrido sea muy agradable.
Casi no saque el móvil para echar fotos, el riesgo de quedarme sin él era fácil.
Así que... chino chano y dándole una ojeada a los álamos caídos por si hay algún tronco de setas, subimos hasta que por fin el barranco se abre y empezamos a ver la luz. Debemos estar por la cota dos-mil porque ya no tenemos pinos, a la derecha se une otro barranquillo con casi la misma agua que este. Ahora nos toca subir hasta encontrarnos con la vereda del Sulayr. Esa vereda que tantas veces hemos cruzado y que desde esta perspectiva hasta que no la tuvimos encima no la vimos.
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| Aquí se une otro barranquillo a la derecha. |
El otoño le va dando color.
Justo encima de este peñón tenemos el "Sulayr", nosotros nos dirigimos a la derecha.
Y aquí termina esta aventura recorriendo barrancos, espero que os guste. Como siempre os animo a colgaros la mochila, dicen que el que anda visita menos al médico. Hasta otra.
En estos enlaces puedes ver algunos de los lugares que hablo en esta entrada.
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