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Desde hace tiempo se sabe que hacer ejercicio es bueno para la salud física y mental.
Ayuda a que tus huesos estén fuertes y te sientas fuerte y segura.
Ayuda con la circulación sanguínea lo que aumenta y mejora la actividad en tu cerebro, libera el estrés del día a día y por lo tanto hace que tengas una mejor actitud ante los problemas de la vida cotidiana.
Dicen que solo quince minutos caminando son suficientes para despejar tu mente y relajarte.
Uno de los mejores tratamientos que hay para combatir la depresión es la actividad física, ya que se liberan endorfinas
Las endorfinas son sustancias similares a las hormonas, se producen en el cerebro y actúan como analgésicos naturales. Durante el ejercicio, se liberan endorfinas que producen sensación de euforia y un estado general de bienestar, también regulan nuestro apetito y liberan hormonas sexuales.
Así que hagamos cualquier tipo de ejercicio, cualquiera es útil siempre y cuando se adapte a uno mismo y uno haga lo suficiente.
Al principio de otoño cuando las hojas se vuelve de color amarillo los castaños empiezan a madurar y las setas aparecen entre el follaje bien escondidas.
Está es una de mis caminatas que he encontrado husmeando y sacando fotos de la cámara.
Caminando sin veredas entre ramas y zarzas, solo es posible caminar por el curso del río que en este tiempo no lleva agua.
Suzanne te lleva abajo hacia su lugar cerca del río.
Puedes oír las barcas pasar, puedes pasar la noche junto a ella
y sabes que está medio loca, pero por eso mismo quieres estar allá.
Y te alimenta con té y naranjas que trajo desde la China.
Y justo cuando tratas de decirle que no tienes amor para darle,
te introduce en su longitud de onda
y deja que el río conteste que siempre has sido su amante.
Y quieres viajar con ella, y quieres viajas a ciegas,
y sabes que confiará en ti
porque has tocado su cuerpo perfecto con tu forma de pensar.
Y Jesús era un navegante cuando caminaba sobre las aguas
y pasó largo tiempo observando desde su solitaria torre de madera.
Y cuando supo al fin con certeza que solo los que se ahogaban podían verle
dijo: "Todos los hombres serán navegantes hasta que el mar los libere".
Pero él mismo estaba roto mucho antes de que el cielo se abriera.
Rendido, casi humano, se hundió entre tu sabiduría como una piedra.
Y quieres viajar con él, y quieres viajar a ciegas,
y sabes que podrás confiar en él
porque ha tocado tu cuerpo perfecto con su forma de pensar.
Ahora Suzanne te toma de la mano y te conduce hacia el río.
Lleva pieles y harapos de los almacenes del Ejercito de Salvación.
Y el sol cae como la miel sobre nuestra dama de la bahía.
Y te muestra dónde has de mirar de entre la basura y las flores.
Hay héroes entre las algas, hay niños en la mañana
que tienden hacia el amor y lo harán así por siempre
mientras Suzanne sostenga su espejo.
Y quieres viajar con ella, y quieres viajar a ciegas,
y sabes que puedes confiar en ella
porque ha tocado tu cuerpo perfecto con su forma de pensar.
Leonard Cohen (Suzanne)
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