Acequia Alcázar. |
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Poco a poco, el agua, baja precipitándose por los barrancos hasta llegar al pueblo y por las acequias, va guiada a los numerosos rincones para regar la tierra.
Hoy hacemos una caminata de unos diez kilómetros por una de las acequias de Jérez del Marquesado.
El amanecer es el momento del día elegido por algunos pájaros para propagar su canto y también es la mejor hora para salir a caminar.
Salimos del pueblo dirección al Chortal, zona de alamedas por donde transcurre el río.
Al cruzar el puente, cogemos el carril de la izquierda y subimos esta ligera cuesta hasta encontramos con el desvió para visitar la Torre Alcázar.
A nuestra izquierda podemos observar el pueblo con la Iglesia de la Anunciación y en el centro del río el "Huerto Castillejo", restos de una Alcazaba de construcción del siglo XII, en época Almohade. El Huerto Castillejo estaba custodiado por tres torres, dos de ellas que observamos desde este camino y otra que dejamos a nuestra derecha, situada cerca del tronco del castaño seco.
Después de ver la torre, volvemos al camino que seguimos hasta encontrarnos con una bifurcación, a la derecha está el camino de la ruta PR-A 158 Jérez-Balsilla el Partidor.
Nosotros nos vamos a la izquierda y pronto escuchamos el gorgoreo del agua, es el ramar de los Caserones de la Acequia Alcázar, que riega el puntal del mismo nombre y se deja caer al final del mismo, pasando por el cortijo hasta el Berral donde se vuelve a unir al río.
En la foto de abajo vemos como la humedad de la acequia conserva esa vegetación por donde baja el agua, a los lados solo se ven castaños secos.
Hoy no recorremos el puntal, solo lo seguimos unos metros, hasta encontrar el camino que nos sale a la izquierda y nos lleva al puntal de los Rubiales, por donde transcurre el ramar del mismo nombre.
Cuando llegamos a este cruce de caminos frente a una balsa redonda, si seguimos a la derecha vamos hasta el final de la acequia.
No hay quien pose como mi perro, es mi mejor marca de agua, saco la cámara y siempre está Yupi en el objetivo jajajajjaja
Desde aquí el agua se deja caer hasta el "barranco de la launera". En estos dos ramales termina la Acequia Alcázar, incorporando las aguas sobrantes de nuevo al río. Como muestran las fotos, en este puntal también he llegado hasta el final del mismo, pero en la ruta que describo, al toparnos con la balsa redonda y la acequia nos desviamos a nuestra derecha para seguir hasta la carretera y cruzarla.
Subimos hasta el borde de los pinos por donde continuaremos nuestra ruta hasta llegar a la balsa Alcázar.
No te asustes, que con esto no te vas a encontrar a no ser que decidas hacer la ruta en las fiestas del pueblo, el día que trasladan los toros del pueblo vecino de Lanteira a Jérez para hacer uno de sus tradicionales encierros.
Al llegar a la balsa seguimos el curso de la acequia hasta su inicio. Cómodo y fresco paseo con abundante vegetación.
Llegamos a la "Casilla el Partior" donde se parte el agua que se ha cogido unos metros más arriba en el barranco (barranco Alcázar).
De nuevo volvemos sobre nuestros pasos.
Dejando la Balsa atrás, esta vez en vez de seguir por el filo de los pinos, vamos a buscar la acequia que se encuentra a pocos metros del camino que nos sale a la izquierda.
Este agradable trayecto lo continuamos hasta que nos encontramos el "partior", que divide la acequia en los dos ramales que hemos recorrido al principio; el de "los Rubiales" y el de "los Caserones".
Nuestro camino ahora es por el ramar de abajo (Los Caserones) hasta llegar a la carretera, que la cruzamos para tomar el camino que traíamos al principio del sendero.
Volviendo por la Cuesta Alcázar, pasando por el Chortal y por último, subimos la pequeña cuesta que nos lleva al pueblo.
(Señal de la ruta PR-A 158 Jérez-Balsilla el Partidor).
Buena caminata por la acequia Alcázar, donde hemos visto el recorrido que hace el agua hasta volver al cauce del río.
_Mira, escucha _me dice, mientras estábamos sentados en el peñón.
_Ese es el ruiseñor, esa una oropéndola y ese el zorzal... Si esperamos bien entrada la noche, ya se escuchan las aves nocturnas; el autillo, el mochuelo e incluso la lechuza, bien llamada la reina de la noche.
_No solo por la mañana es buen momento de escuchar los pájaros, ahora en el crepúsculo, callan unos y empiezan otros.
Y es que la naturaleza, no solo se ve, también se puede apreciar con el resto de los sentidos.
Hasta otra...
En este enlace, te dejo la ruta en Wikiloc.
Y en este, la nobleza del toro en el campo.
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