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León a Villavante.
Salimos de León pasando por el hostal de San Marcos y cruzando el río Bernesga. Empezamos con un ligero desnivel hasta Trobajo del Camino donde nos paramos a desayunar.
Una vez pasada la Virgen del Camino empieza la guerra de los pueblos para conseguir que los peregrinos pasen por el suyo.
Para continuar el camino se nos presentan dos opciones; la senda que discurre paralela a la N 120 hasta Villadangos o tomar la ruta que nos llevará a Villar de Mazarife.
La de Villanadagos ofrece más posibilidades para el peregrino, ya que los pueblos por los que se pasan, ofrecen los servicios de cajeros automáticos, farmacias, panaderías...
Nosotros tomamos la de Villar de Mazarife, que transcurre por grandes llanos y caminos de tierra en los que prácticamente no circula nadie. Pronto perdí a mi compañera que al quedarse atrás cogió un desvío equivocado, lo que le conllevó a tener que retroceder y hacer un par de km más.
Este tramo cuenta con pocas sombras para hacerlo en verano, pero yo lo hice en mayo y la temperatura era excelente y aunque 32 km son unos cuantos, para mi fue la mejor de la etapas. Me lo tomé con calma y pocos km antes de llegar, saqué mi bocata y tranquilamente disfruté de un buen descanso debajo de unos chopos. Reanudé el camino para llegar a Villavante y al final del pueblo (algo retirado de este) se encuentra uno de sus magníficos molinos, Molino de las Galochas hoy transformado en casa rural donde nos alojamos.
Pasamos la tarde y la noche en este acogedor Molino de las Galochas (55 euros habitación doble), donde no solo el buen gusto de la decoración, el ambiente acogedor que nos ofrecieron esta pareja y el estupendo desayuno con mermeladas caseras, hicieron que la estancia fuera perfecta.
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| León , Hostal de San Marcos. |
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| Río Bernesga, León |
Guerra de los pueblos. Cambiando las flechas para desorientar a los peregrinos.
Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta, mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja.
Agustín de Hipona.
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| Algunos de los amigos que conoces en el camino. |
Presa Cerrajera, la mayor Obra Civil Hidráulica de la Edad Media, no sólo del reino de León sino de toda la Península.
Sin duda su existencia fue el germen de lo que solo hace unas décadas, a partir del embalse de Barrios de Luna, ha sido la espléndida realidad de los modernos regadíos del Páramo Leonés con cerca de sesenta mil hectáreas “transformadas de la nada” a una potente y rica zona agrícola, una de las más extensas y competitivas de nuestro país.
En la sombra del chopo acompañada de una pareja francesa hice un buen descanso bien merecido, este tramo de 32 km se hace durillo.
Reanude el camino dispuesta hacer los últimos km que como siempre se hacen eternos y cruzando el pueblo, en uno de los carteles me encontré con esta leyenda sobre la presa Cerrajera que tanta importancia tiene en esta zona.
Presa Cerrajera y su leyenda
Cuenta la leyenda mora cómo a principio de siglo XI, tras la muerte de Almanzor se construyo este canal; "Un joven llamado Alíatar se enamoró de Zaida, una bella mora, originaría de los Cármenes de Granada, que al llegar a tierras de León, se asentó en un pueblo que tomó el nombre de Villazaida en honor a su belleza (actualmente Villazala)"
La joven Zaida no correspondía el amor de Aliatar, por la que ella le propuso una prueba que creía inviable: "El día que el agua del Órbigo pase por delante de mi puerta, corresponderé a tu amor"
Mediante el consejo de sus familiares, los ingenieros del momento, con la ayuda de los agricultores que además de trabajar, cedieron sus tierras a cambio de poder regar con el agua de la presa.
Alíatar comenzó este proyecto.
Un día Zaída, al asomarse por su ventana comprobó que corría el agua del río Órbigo por delante de su casa. Poco después se celebró la boda con grandes festejos ya que los agricultores podían regar sus campos y Aliatar había conseguido su amor.
Al mirar por la ventana de la habitación,
recordé la leyenda mora del Aliatar y Zaida,
la bella mora de los Carmenes de Granada.
Continuamos a Villavante a Astorga.
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